
200 mil líneas 4G LTE se ha generado en Chile a un año de la liberación de estos servicios. El reto ahora liberar el espectro de 700 MHz.
Los servicios 4G LTE en Chile han demostrado un crecimiento extraordinario, al igual que el resto del mercado de telefonía celular en este país. Ya que de acuerdo con las cifras más recientes, la nación chilena no sólo es tierra de furor para los smartphones, sino también para las líneas de telecomunicación de nueva generación. A casi un año de que la primera firma de telefonía móvil en el país lanzara sus servicios 4G LTE, se han logrado tener más de 200 mil usuarios suscritos a esta tecnología, distribuidos entre Entel, Movistar y Claro.
Asì lo reporta Signals Telecom, destacando el ritmo de adopción de los servicios de la banda de 2.600 MHz, que permite una experiencia de navegación móvil hasta diez veces más ágil, entre otros beneficios. Con nueve meses en el mercado 4G LTE, Movistar ha alcanzado ya los 100 mil usuarios de estas líneas, lo que marca la tendencia y prioridad de la compañía, según Rodrigo Sajuria, gerente de productos y servicios de la operadora:
Pronto duplicaremos su capacidad respecto de lo que teníamos para el lanzamiento. Además, gracias al desarrollo de la estrategia ‘Ruta del Cliente 4G’, identificamos los sectores por donde nuestros usuarios de 4G LTE se desplazan con más frecuencia y así acelerar la migración de antenas de 3G a 4G en estos sectores.
Por su parte Entel, ha mostrado un ritmo de crecimiento interesante, sumando 66 mil clientes de esta red en tan sólo 4 meses. Factor atribuido al furor e inclinación del mercado por el uso de servicios de internet móvil. Siendo el caso más curioso el de Claro Chile, que con un año ofertando esta gama de beneficios ha logrado apenas los 40 mil usuarios, con un desempeño y crecimiento por debajo de lo esperado.
El reto por ahora, a nivel regulatorio y de infraestructura consiste en liberar a la brevedad el espectro de los 700 MHz para mejorar la experiencia de uso del 4G LTE. Para ello será necesaria la intervención del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, planteando las bases de un movimiento que abriría estos servicios a más de 1.200 localidades rurales en Chile. Un reto tan grande como el que tiene Argentina.