
Gracias a AnTuTu, se filtran las características técnicas del Samsung Galaxy Note 4. Lo más destacable: CPU de ocho núcleos y 64 bits y una pantalla QHD (2560x1440).
Con la primera hornada de dispositivos ya en las tiendas, es momento de centrar la vista en los lanzamientos que vienen a partir del mes de agosto. De ellos, uno de los más esperados es el del Samsung Galaxy Note 4, la cuarta generación de una de las familias más exitosas de la compañía asiática. De dicho dispositivo conocemos oficialmente bastante poco, pero rumores y filtraciones como las que han surgido hoy nos comienzan a desvelar cómo podrá ser este nuevo flagship de la compañía asiática.
Concretamente, las filtraciones provienen de AnTuTu, un conocido benchmark para Android. Al parecer, un supuesto dispositivo bajo el modelo "Samsung SM-910S" y otro bajo el modelo "Samsung SM-910C" han realizado las supuestas pruebas de rendimiento, revelando sus especificaciones técnicas:
- SoC: Qualcomm Snapdragon 805 / Samsung Exynos 5433 Octa-Core de 64 bits
- RAM: 3 GB
- Cámara principal: 16 megapíxeles
- Cámara secundaria: 3.68 megapíxeles
- Sistema operativo: Android 4.4.3 KitKat
- Memoria interna: 32 GB
- Resolución de pantalla: QHD (2560 x 1440)
Estas especificaciones técnicas encajan con lo que esperamos ver en el Samsung Galaxy Note 4. Una memoria RAM de 3 GB, como el Samsung Galaxy Note 3, una cámara de 16 megapíxeles con sensor ISOCELL como el Samsung Galaxy S5, una pantalla QHD como el LG G3 y el futuro Samsung Galaxy S5 Prime... etc. Es decir, cumple con lo esperado.
Mención especial merece la variante con SoC Exynos, pues sería el primer dispositivo Samsung en incorporar un procesador con una CPU de 64 bits, una tendencia iniciada por Apple el pasado año y que, de momento, ninguno ha seguido debido a la falta de SoCs con esta tecnología. Asimismo, esta CPU contaría con 8 núcleos en arquitectura big.LITTLE, lo que podría convertir a este SoC en uno de los más potentes de la actualidad.
Resulta curioso que Samsung vuelva a apostar por dos versiones diferentes con dos SoCs diferentes, algo que no hizo con el Samsung Galaxy S5 pero que sí ha hecho con anteriores modelos de la marca. Las razones principales, como todos sabemos, son la conectividad LTE y la falta de stock del Exynos.