
El anuncio de la licitación del espectro para la red 4G en Argentina fue recibido en un escenario de urgencia por una década de ausencia en su regulación.
La licitación del espectro para liberar los servicios de red 4G en Argentina es una realidad, con matices positivos y negativos que suponen un importante adelante en la trayectoria de la industria de las telecomunicaciones en ese país. Sin embargo, llama la atención la forma en la que este avance fue anunciado, empezando con una insinuación a través de una filtración en el propio sitio de la Secretaría de Comunicaciones hace un mes, y concretado por fin ayer con un discurso irregular. Donde la letra pequeña del contrato pone un largo plazo de un lustro para la implementación de la red 4G y calificando a los últimos diez años de abandono regulatorio en telefonía móvil como "una década ganada", cuando la realidad es que Argentina va llegando tarde a un proyecto donde sus naciones vecinas ya llevan ventaja.
La década ¿ganada?
Con un notable retraso en relación con los demás países de América Latina, Argentina anunció por fin el llamado a licitación para liberar el espectro e implementar la infraestructura LTE 4G, luego de ser la única nación de la zona que se encontraba absolutamente rezagado en la materia. En un evento donde el ministro de Economía, Axel Kicillof, culpó a los operadores por el retraso y de paso calificó al desarrollo de la industria durante los últimos diez años como "una década ganada", en una situación donde el propio crecimiento de la base de usuarios y los recursos utilizados para soportar su uso provocaba distintas incidencias en la estabilidad del servicio:
En Argentina hay un retraso dado que los operadores no terminaron de realizar la migración a 3G. La banda ancha móvil no penetró lo suficiente. Hace falta un avance del 3G para abrir la puerta al 4G, que es lo que estamos haciendo hoy.
Es lo que señaló Kicillof en el microcine del Palacio de Hacienda durante la presentación de la licitación de la banda 4G en Argentina. Rematando al explicar que ese último periodo lo considera como una década ganada, debido al crecimiento que ha tenido la base de usuarios en este transcurso de tiempo, pasando de los 4,5 millones de suscriptores en 2003 a los 45 millones de líneas activas hoy en día. Una declaración que busca aligerar la perspectiva sobre la complejidad del escenario, pero que a su vez ilustra uno de los factores detonantes que marcaron la urgencia del anuncio de esta licitación.
En Argentina, la última licitación de espectro se realizó en 1999. Se trató de un proceso para reasignar la gama devuelta por Telefónica en 2009, tras la fusión de Unifón y Movicom que dio lugar al nacimiento de Movistar, la operadora actual del grupo español. De manera que el espectro remanente tras la fusión quedó en el limbo ante la relativa inactividad de las instancias reguladoras de gobierno.
4G para todos
La red 4G en Argentina, también conocida bajo sus siglas LTE, correspondientes al término Long Term Evolution, permitirán una experiencia de navegación única y más ágil en smartphones y dispositivos móviles de última generación, ya que permite hasta 7 veces mayor velocidad que su antecesora la red 3G, duplicando la eficiencia del espectro argentino, al mejorar la calidad del tráfico de datos y la capacidad de las redes. Hoy por hoy, de acuerdo con datos de Urgente 24, 200 redes con esta tecnología se encuentran ya operando en 78 países alrededor del mundo, de ellos, 25 redes se encuentran en América Latina, distribuidas entre 12 naciones: Antigua & Barbuda, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, República Dominicana, México, Paraguay, Puerto Rico, Uruguay, Islas Vírgenes y Venezuela. Actualmente existen tres operadoras en el país que ya cuentan con este servicio en otras naciones, tal es el caso de Movistar, Personal y Claro, lo que supone que funcionarán como actores determinantes para agilizar la instalación y puesta en marcha de esta infraestructura.
En América Latina existen al día de hoy poco más de 165.000 líneas activas 4G LTE, de acuerdo a los términos marcado para la licitación del espectro argentino, es que para 2019 todos los usuarios del espacio se encuentren ya ofertando este servicio para dar soporte a los 45 millones de suscriptores activos a la fecha, más los que se sumen en ese lapso. Se trata de un reto complicado del que se estima será necesaria una inversión de cerca de dos mil quinientos millones de dólares.