Hemos tenido la oportunidad de probar el Sony Smartwatch 2 durante la IFA 2013. La segunda generación de los relojes inteligentes de Sony, que mejoran la experiencia en relación a su antecesor, pero aún así tiene algunas faltas, especialmente en lo relacionado a su pantalla.
Durante las demostraciones de producto de Sony SmartWatch 2 en IFA 2013, la compañía japonesa se esfuerza en dejar claras dos ideas: que fueron los primeros en desarrollar un reloj inteligente y que en su caso el dispositivo es una segunda pantalla para el smartphone. Obviamente, la experiencia con Sony SmartWatch está enormemente influenciada por esta segunda idea.
El diseño de la tercera generación de los relojes de Sony está más cuidado que en las versiones anteriores. La pantalla es bastante grande, aunque el tamaño del Sony SmartWath 2 es el adecuado para no resultar molesto en la muñeca (en este sentido, el peso también ayuda). El tacto es muy agradable y además hay dos tipos de correa: goma (con varios colores) y metálica, así que es bastante personalizable.
En cuanto al uso en sí, hay que dividir entre sus dos funciones. Como reloj, no da ningún problema y permite elegir entre varios diseños digitales o analógicos. El reloj funciona independientemente, así que no es necesario que esté conectado a un celular para que cumpla esta función. En su modalidad de reposo muestra en todo momento la hora, aunque únicamente activa la luz de la pantalla si se pulsa el único botón físico con el que cuenta (que, por cierto, tiene el mismo diseño que empieza a estar presente en todos los dispositivos móviles de Sony). Esto ayuda a que la batería aguante hasta 3 días, según Sony.
La pantalla cumple como reloj, pero decepciona para funciones más avanzadas
La pantalla cumple su función como reloj, pero como terminal más avanzado con más usos, decepciona. La visibilidad es bastante reducida cuando no se mira la pantalla directamente. Para ver la hora sirve, pero para leer un correo no es suficiente. Además, la resolución es bastante baja, con iconos muy pixelados.
De todos modos, no hay que olvidar que, aunque se trata de una segunda pantalla, no es un smartphone. Es decir, sería injusto pedirle las mismas características. La idea es leer unas líneas de un correo o una notificación de Facebook, pero acudir al teléfono para la experiencia completa. En este sentido, cumple sin problemas. No obstante, cabe preguntarse si puede ser algo más que simplemente esto. Cuando publiquemos nuestro análisis de SmartWatch 2, lo sabremos.
